En los últimos 12 años, contando con un fabuloso ingreso fiscal petrolero de aproximadamente 300 mil millones de dólares, la producción por habitante aumento sólo 5%, mientras que el consumo por habitante creció casi 40%. La forma de compensar este fenómeno ha sido mediante masivas importaciones, subsidiadas en gran parte con la renta de los hidrocarburos. Las compras que Venezuela hace de bienes y servicios del exterior pasaron de 10 mil millones de dólares en 2004 a 50 mil millones al día de hoy. Es decir, tenemos una sociedad que consume sin producir, lo cual conduce al empobrecimiento. Con la caída de la renta petrolera en un 40%, durante 2009 según reportó PDVSA, los dólares para importar las cosas que no se producen en el país son ahora muy escasos. Con un aparato productivo interno postrado, el resultado es escasez, desempleo y aumento del costo de la vida, lo que hace que empiece ahora el ciclo de retroceso de los niveles de consumo, tal y como lo reporta el BCV al indicar que el descenso en el consumo privado fue de más de 6% en los últimos dos años.
Ahora que podría empezar un nuevo ciclo de precios del crudo altos, seguramente la renta de los hidrocarburos será capturada nuevamente por grupos privilegiados que merodean cortesanamente el poder. Una vez hecha esta captura, se produce un salvaje proceso de descapitalización al fomentarse desde el gobierno toda clase de incentivos para que los recursos petroleros emigren de Venezuela Si no hacemos algo, se repetirá la historia reciente. En los últimos 12 años, las importaciones masivas y la fuga de capitales fueron el destino que tuvieron las divisas que generó la exportación de petróleo, las cuales en un 60% y un 37% respectivamente salieron por esta vía del país.
Fracaso socialista
Estamos repitiendo el fracasado modelo socialista al estilo soviético. La URSS sustentó su desarrollo económico en dos factores: el primero, en la posibilidad de disponer de abundante mano de obra semi-esclava y el segundo, en su condición de nación productora y exportadora de petróleo. Efectivamente, a partir de 1945 la producción petrolera en esa nación se incrementó significativamente y contribuyó a mantener el socialismo. Sin embargo a partir de los años 80 del siglo pasado, la producción petrolera soviética comenzó su declinación y en 1991 la URSS se desintegró
Luego de aquel espectacular crecimiento inicial, vino la debacle como resultado de las políticas económicas socialistas que le permitieron al Estado, apuntalado en su condición de dueño del recurso y la industria petrolera, liquidar al sector privado y asumir el total control de las empresas y la agricultura.
Petrosocialismo
Algo similar sucede hoy en la Venezuela socialista. El Estado venezolano utiliza la renta petrolera para acabar con la economía privada y concentrar en manos del gobierno, a través de las expropiaciones, toda la propiedad sobre los medios productivo que sea posible. Al igual que en la URSSS, nuestra industria petrolera merma su capacidad de producción, de inversión y decae su desempeño gerencial. Según informa el BCV, el volumen de los barriles de crudo exportados por PDVSA en el segundo semestre del año pasado cayó en un 19%. Igualmente la deuda de la estatal petrolera supera al día de hoy el monto de su patrimonio, cosa que no había sucedido nunca. En otras palabras, PDVSA tiene más pasivos que activos, lo cual desafía ese axioma económico que dice que el mejor negocio del mundo es una empresa petrolera bien administrada y el segundo mejor negocio una empresa petrolera mal administrada.
El socialismo, por definición, trata de aumentar el consumo de la población pero en perjuicio del capital existente. Es decir, pan para hoy y hambre para mañana. La consecuencia de todo esto es que cae la oferta de bienes y servicios, es decir los niveles de producción, y al mismo tiempo crece temporalmente la demanda. Tal fenómeno hace que pronto los ingresos de la población empiecen también a caer, como ya empezó a verse con la merma del poder adquisitivo y del consumo privado. Si cae la producción, no se genera nueva inversión, se pierden puestos de trabajo o se dejan de crear más fuentes de empleo, al tiempo que se genera escasez y aumenta el costo de la vida, lo que termina muy pronto afectando el consumo. El socialismo crea una sensación de prosperidad efímera para luego sumirnos en la pobreza, esa es su naturaleza.
Zonas Especiales
En tal sentido es necesaria una iniciativa legislativa para convertir a las destruidas zonas industriales de Aragua y de otras regiones del país en Zonas Especiales para el Fomento de la Economía Libre (ZEFEL). Con esta propuesta se recuperará la producción y se generarán miles de puestos de trabajo en corto tiempo. La idea es crear condiciones positivas para la inversión de capital en Aragua y convertir a la entidad en un gran centro internacional y nacional de negocios tal y como lo ha hecho exitosamente el Emirato Árabe de Dubai, con las creación de sus mega parques industriales y China, con sus zonas económicas especiales según la filosofía de “un país dos sistemas”. También recientemente en Honduras se acaba de adelantar una reforma constitucional para crear regiones autónomas para fomentar el empelo mediante el fomento de las inversiones extranjeras y nacionales con el nombre de Regiones Especiales de Desarrollo (REDES). Esta Propuesta tendrá impacto inmediato sobre otras actividades económicas distintas a la industrial como el comercio y los servicios.
Para ello se deben garantiza: 1) Los derechos de propiedad a los inversionistas, con arbitraje comercial internacional. 2) Libertad cambiaria, con libre acceso a los dólares para las importaciones que se requieran para producir y garantía de repatriación de los capitales sin restricción alguna para las empresas extranjeras que se radiquen en esas zonas especiales. 3) Eliminación de los controles sobre la producción , las gananacias empresariales y reducción sustancial de la permisería que dificulta la creación de nuevas empresas. 4) Libertad de contratación laboral. 5) Exoneraciones fiscales o tributarias durante por lo menos 5 años. 6) Garantía de suministro energético a precios razonables a las empresas que se instalen en las ZEFEL aprovechando nuestra condición de país productor de energía barata. 7) Los trabajadores mantendrán sus garantías sociales, contratación colectiva, libertad sindical y absoluta seguridad en sus condiciones de trabajo.
Ley del embudo
Con el control de cambio funciona la ley del embudo, lo grueso para el gobierno y lo angosto para los ciudadanos, ya que las importaciones del sector privado disminuyeron un 30% durante 2010, mientras que las que realizó el sector público aumentaron en casi un 80%. Esto quiere decir que se establece un régimen de racionamiento de divisas que estrangula la economía privada y privilegia al Estado.
Masiva fuga de divisas
Es absolutamente incomprensible que el gobierno establezca un control de cambio para evitar la fuga de capitales del país, cuando es el propio gobierno el primero que estimula esta fuga de capitales al restarle solidez al bolívar y emitir bonos de deuda pública nominados en dólares y pagaderos en bolívares, con lo cual hacen negocios u obtienen divisas baratas para las importaciones unos pocos privilegiados.
En los 12 años del presente gobierno, según las cifras del BCV tomadas de la balanza de pagos, han salido del país unos 138 mil millones de dólares. Durante el tiempo que no hubo control de cambio en la actual administración, es decir en los años 1999, 2000, 2001 y 2002, el promedio anual de salida de divisas fue de 7 mil millones de dólares, mientras que desde el 2003, cuando se inició el control cambiario, y hasta el 2009, anualmente salieron del país más de 14 mil millones de dólares, el doble. El racionamiento de divisas no ha evitado la salida masiva de capitales.
Libertad cambiaria
Estas medidas de controles cambiarios, tarde o temprano empobrecen a la población ya que alejan las inversiones extranjeras y reduce la inversión privada nacional, lo cual afecta el crecimiento económico del país, lesiona el aparato productivo interno, se pierden puestos de trabajo o se dejan de crear nuevas fuentes de empleo. Igualmente genera inflación y escasez. Por ese motivo tenemos 15 meses seguidos de caída de la economía, principalmente del sector manufacturero y del comercio.
En tal sentido en la próxima Asamblea Nacional es menester adelantar un proyecto de Ley de Libertad Cambiaria. Los ciudadanos tienen el legítimo derecho a decidir en qué moneda quieren tener su riqueza o sus ingresos por grandes o pequeños que éstos sean, pero sobre todo tienen derecho a proteger su patrimonio frente a la pérdida de valor del bolívar adquiriendo una moneda fuerte. Mediante esta iniciativa legislativa, se puede crear un mercado cambiario libre y transparente para que tanto las personas como las empresas puedan convertir bolívares a dólares o a cualquier otra divisa extranjera sin ninguna restricción y a un tipo de cambio estable.
Fuentehttp://informe21.com/blog/pedro-elias-h/zonas-especiales-economia-libre
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